Un vistazo a las Calorías.
Cuando un cuerpo se pone en contacto con otro cuerpo
más frío que él, tiene lugar un proceso de igualación de las temperaturas en el
cual pasa la energía del cuerpo mas caliente al menos caliente. Para explicar
este fenómeno, los científicos del siglo XVIII llegaron a la conclusión que en
el cuerpo de mayor temperatura estaba presente, en mayor cantidad, una “sustancia X” la cual fluía hacia el cuerpo de menor
temperatura. Según se creía, esta sustancia hipotética, a la cual se denominó
“calórico”, era un fluido o forma de energía capaz de atravesar los medios materiales pero
que no era una sustancia material. El calórico, es el equivalente a las
unidades llamadas hoy como Calorías.
Hemos escuchado hasta la saciedad el término Dieta
Hipocalórica. Hipo significa poco, es decir una dieta hipocalórica es
una dieta de pocas calorías, pero, ¿qué es una caloría?. Una Caloría
no es mas que la cantidad de calor necesaria para que, al quemar un alimento en
un medio controlado, se aumente la temperatura del agua que le rodea en 1 grado
centígrado. Esto se hace colocando el alimento a estudiar en una cámara sellada
y rodeada de agua llamada Calorímetro. Luego se le
incinera la sustancia a estudiar dentro
del calorímetro hasta que esta se queme en su totalidad. La energía
calórica que se libera por la combustión del alimento, calienta el agua
que rodea a la cámara cuya temperatura esta registrada por un termómetro. El
agua se pesa y este valor se multiplica por la diferencia de temperatura antes
y después de la combustión. El número que se obtiene es, supuestamente, la capacidad energética de ese alimento en
particular o las Kilocalorías que posee y las cuales se representan en una
medida llamada Joules o Julios. Una
caloría equivale a 4,186 joules. La caloría no es algo físico y tangible. Es solo
una fórmula matemática que nos representa la posible cantidad de energía, exclusivamente calórica, que puede
tener un alimento en condiciones controladas de laboratorio.
Como
ya hemos visto, las calorías son la representación de la energía en la forma
de calor que puede producir un alimento en un ambiente de laboratorio, pero no
es lo mismo lo que sucede en la digestión animal, recordemos que una vez
consumido ese mismo alimento por nuestro organismo, la energía que desprende
puede tomar muchas formas. No solo se libera energía calórica sin también se
libera energía química, energía mecánica y va a depender, su asimilación o
combustión, de muchos factores de tipo mecánico, físico, químico, metabólico y
ambiental. No es lo mismo que usted se coma una manzana cruda en las estepas
rusas a 20˚C bajo cero que a orillas del mar tropical a 40˚C. El cuerpo humano,
para mantenerse vivo, necesita de Energía.
Toma esa energía de los alimentos, consume un poco mas de la mitad de ella
para mantener la temperatura corporal en 37ºC y el resto de la energía es
consumido en las contracciones de los músculos para movilizarnos, digerir los
alimentos que comemos y realizar todas las funciones básicas de la vida. La
cantidad de calorías que se queman diariamente van a depender de nuestra edad,
sexo y corpulencia física. El ser humano es algo mucho mas complejo que un
Calorímetro de laboratorio que interpreta al cuerpo humano como si este fuese
una simple máquina de vapor.
En
cualquier máquina, como lo es la máquina humana, hace falta cierta cantidad de
energía para producir un trabajo o movimiento y por lo tanto como es imposible
que una máquina realice trabajo sin necesidad de energía, los doctores Newburgh
y Johston realizaron una investigación sobre el equilibrio de la energía en la
Universidad de Michigan, de los Estados Unidos, a principios de 1900. Dicha
investigación la realizaron en un período de tiempo muy corto y con un muestreo
bastante limitado de observaciones que, según ellos mismos narraron años
después, los llevó a conclusiones precipitadas y sin un fundamento científico
serio. En ese momento, esas conclusiones, fueron acogidas en su momento como “verdades científicas irrefutables” .
Veamos en que consistía.
Teoría de las Calorías
Según
la Teoría de las Calorías (Newburgh y Johston en 1.900), si un individuo para
mantener las funciones vitales de su organismo necesita consumir, digamos, unas
3.000 calorías diarias y solo se le suministramos 2,500 cal. entonces tendrá un
déficit de 500 calorías. Para compensar las 500 calorías faltantes el organismo
echará mano de las grasas para aportar la diferencia y así mantener el equilibrio de las 3.000 calorías. Al
utilizar la grasa corporal como fuente de las 500 calorías faltantes entonces
usted adelgaza, pues pierde grasa corporal. Así de sencillo. Recordemos que,
para esa época, la maquina de vapor era el único aparato mecánico conocido que
se movía con una fuente de energía no animal. Era la época de la revolución
industrial donde la máquina de vapor era el “non plus ultra” de la tecnología. Las personas no concebían en sus
mentes ninguna otra fuente de energía. No existía la gasolina ni la energía
atómica.
Según
la teoría de las calorías, si usted come menos, su grasa aporta la diferencia
calórica, perderá grasa y se volverá cada día mas delgada. Esto realmente
funciona de manera inmediata. Pero solo por un tiempo. Cuando Newburgh y
Johnston repitieron ese mismo estudio pero con una población y un tiempo mayor, apreciaron lo que sucede en realidad. Al principio, en efecto, se pierde peso con la
supresión alimentaria pero al pasar los días, el paciente comienza a ganar peso
aunque mantenga la misma cantidad de calorías en su ingesta diaria
hipocalórica. Si. Volverá a ganar peso gradualmente hasta recuperar todo lo
perdido y lo que es peor: No vuelve a
perder peso a menos que haga una restricción calórica aún mayor, es decir,
en lugar de 2.500 cal/día tiene que obligarse a comer 2.000 calorías o menos
para volver a perder peso. Pero al cabo de un tiempo se detendrá de nuevo la
pérdida de peso y tendrá que hacer dietas de 1.500 calorías o menos. ¿Por qué
sucede esto?. Porque a lo largo de la vida del hombre sobre el planeta Tierra
ha aprendido a “adaptarse” a los períodos de escasez de alimentos. Al disminuir
nuestra ingesta calórica, el cuerpo humano, sabiamente, comienza a recortar los
gastos energéticos, es decir, comienza a ahorrar energía y se adapta a los
nuevos ingresos. Le voy a dar un ejemplo: si Usted tiene un consumo de 3.000
cal/día (y está gordo) y se le baja el ingreso
a 2.500 cal/día, entonces tendrá un déficit calórico (disminuye de peso) hasta
que su organismo reduzca los “gastos” diarios de calorías, se adapte
equilibrando su consumo energético en las 2.500 cal/día necesarias (deja de
perder peso). Una vez logrado este equilibrio, su organismo, en una
demostración magistral de economía, seguirá disminuyendo sus gastos calóricos
diarios un poco mas hasta ubicarse por debajo de los 2.500 cal/día y justo en
ese momento usted comenzará a depositar el excedente energético de 500 calorías
en forma de grasa y vuelve a engordar y a ganar peso. Es por esta razón que
todas las dietas hipocalórica, al principio, son un éxito indiscutible. Son un método seguro y rápido de perder
peso. Es decir toda dieta hipocalórica
tiene el éxito garantizado en cuanto a perder peso se refiere. Pero esto
sucede solo por un período relativamente corto ya que al poco tiempo dejará de
perder peso y, lo que es peor, comenzará a
ganarlo con una velocidad asombrosa aunque esté comiendo lo mismo.
Ganará peso en un tiempo cada vez mas rápido comparándolo con el mismo que
invirtió para perderlo y, no conforme con eso, cada vez le será mas difícil
adelgazar, es decir, tendrá que hacer mas sacrificios para poder seguir
perdiendo peso. ¿Le parece conocida la historia?.
La característica principal de toda dieta
hipocalórica es la reducción drástica de las cantidades de comida y la
característica secundaria es que nos morimos de hambre. Con propósito de
quitarle el hambre que no le deja vivir y que pueda usted sentirse “bien”, en
la mayoría de las clínicas de control de peso le indican el uso de ANFETAMINAS
en forma abierta o solapada. ¿Por que las Anfetaminas?. Pues porque las
anfetaminas actúan sobre el sistema nervioso central inhibiendo el hambre y así
pueda usted tolerar una dieta de restricción alimentaria. Pero debe tomar en
cuenta que estas anfetaminas producen múltiples y severos daños tanto al
sistema nervioso como al sistema cardio- circulatorio.